CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA EN LA SALUD DE LAS MUJERES
La violencia de pareja y la violencia sexual producen a las víctimas supervivientes y a sus hijos graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos a corto y a largo plazo, y tienen un elevado costo económico y social.
- La violencia
contra la mujer puede tener consecuencias mortales, como el homicidio o el
suicidio.
- Asimismo,
puede producir lesiones, y el 42% de las mujeres víctimas de violencia de
pareja refieren alguna lesión a consecuencia de dicha violencia.
- La violencia
de pareja y la violencia sexual pueden ocasionar embarazos no deseados,
abortos provocados, problemas ginecológicos, e infecciones de transmisión
sexual, entre ellas la infección por VIH. El análisis de 2013 reveló que
las mujeres que han sufrido maltratos físicos o abusos sexuales tienen una
probabilidad 1,5 veces mayor de padecer infecciones de transmisión sexual,
incluida la infección por VIH en algunas regiones, en comparación con las
mujeres que no han sufrido violencia de pareja. Por otra parte, también
tienen el doble de probabilidades de sufrir abortos.
- La violencia
en la pareja durante el embarazo también aumenta la probabilidad de aborto
involuntario, muerte fetal, parto prematuro y bebés con bajo peso al
nacer.
- Estas formas
de violencia pueden ser causa de depresión, trastorno de estrés
postraumático, insomnio, trastornos alimentarios, sufrimiento emocional e
intento de suicidio. En el mencionado estudio se observó que las mujeres
que han sufrido violencia de pareja tenían casi el doble de probabilidades
de padecer depresión y problemas con la bebida. La tasa fue aún mayor en
las que habían sufrido violencia sexual por terceros.
- Entre los
efectos en la salud física se encuentran las cefaleas, lumbalgias, dolores
abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, limitaciones de
la movilidad y mala salud general.
- La violencia
sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar el consumo de
tabaco, alcohol y drogas, así como las prácticas sexuales de riesgo en
fases posteriores de la vida. Asimismo se asocia a la comisión (en el
hombre) y el padecimiento (en la mujer) de actos de violencia.
Responsable
Dra. María Teresa Charún Illescas
Psicóloga, Máster en Salud y Bienestar Comunitaria, Post grado en Educación. Especialidad en clínica y educación. Estudios en Teología y Salud Pública.
Estudios en la Universidades Particular Ricardo Palma.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Universidad de Sevilla.
Universidad de Deusto.
Universidad Pompeo Fabra.
Universidad Autónoma de Barcelona – España.
Colegio de Psicólogos de Madrid - España.
Contacto: 950 986 309
unifam2013@gmail.com
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